Las organizaciones de la sociedad civil (OSC) que se dedican a la salud deben seguir las normas y lineamientos estipulados por las leyes administrativas y fiscales vigentes, así como las apegadas a la Ley General de Salud. 

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Esto hace que además de la transparencia y rendición de cuentas en el manejo de sus recursos, su planeación e implementación de programas, vigilen el ambiente laboral que las caracteriza ya que su constante contacto con las personas enfatiza el hecho de que atienden aspectos vulnerables: su bienestar físico y la vida misma. 

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Es por esto que es indispensable conocer estos detalles finos de su diaria labor para poder explotar los beneficios para sus beneficiarios. Encontrar los puntos de encuentro entre los aspectos administrativos y estratégicos de aquellos dedicados exclusivamente a la atención de la salud es fundamental para los mejores resultados, tanto clínicos como sociales, de cada organización. 

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Por esto, las consultorías para el fortalecimiento deben ser individualizadas.